NUNCA DES EL NUMERO DE TELEFONO DE TU MADRE

Siempre al ir a una entrevista de trabajo, te preparas sicológicamente y estéticamente para la ocasión. Vas con una decisión y asertividad tremenda, nadie te puede parar, estás seguro que el trabajo es tuyo. Entras a la entrevista y te luces; hablas como nunca y muestras todo tu potencial. Cuando estás a punto de salir de la oficina del gerente que desea contratarte, él te dice con una sonrisa: “Y tienes un número de RPM al que pueda ubicarte”.  No sabes que decir, pero luego entre la desesperación DAS EL NÚMERO DE TU MADRE. En un comienzo piensas que normal, que le pides el celular a tu mamá y todo tranquilo. Llegas a tu casa y pides a tu mamá el celular pero te lo niega, te dice que su comadre la Pancha Yupanqui la va a llamar para arreglar sobre la reunión de promoción de 1939 y que hace días que está esperando esa llamada. Le dices que es mucho más importante lo de tu trabajo pero no te hace caso. Sólo atinas a pedir que cuando te llamen te avise de manera discreta y muy elegante. Un rato después te llaman, y escuchas un grito GUILHERMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE TE LLAMAAAAAAAAAAAAAAN. Tú estás yendo a contestar lo más rápido posible y justo escuchas que te dice “APURAAAA QUE TE ESTAN ESPERANDO, APARTE AUN NO HAS LAVADO TUS CALSONCILLOS, YA ESTAS TREMENDO MANGANZON Y NI ASÍ LAVAS TU ROPA FIJATE”. Más arrochado no puedes estar, no sabes dónde quedó la forma elegante y discreta que pediste que te llame. Con voz temerosa y avergonzada dices “Aló” y te contestan como si nada hubiera pasado, piensas que te has salvado de una buena y que al final si tendrás el trabajo. Conversas unos tres minutos y justo cuando el gerente va a decirte quedas contratado se acaba la batería; tu mamá sólo te dice “Uyy me olvidé de cargar el celular”. ASI QUE NUNCA DES EL NUMERO DE TELEFONO DE TU MADRE COMO REFERENCIA.