Estás en la cola del banco de la nación, esas que en pleno
Sol de mediodía hay 50 delante de ti, estás más aburrido que un metal en un
show de reggaetón y deseas CONVERSAR. Pero luego ves una chica que parece
modelo justo delante de ti piensas como rayos le hablo sin parecer un gilero,
afanador, acosador, enfermo mental, autista o todas las anteriores. Empiezas a
pensar: ¿qué le digo, qué le digo caracho? Ya, le hablaré del clima, no muy
clásica o sino que trámite va a hacer, no pensará que soy un marca o un
delincuente, encima con la pepa que me manejo fácil llama al policía. Pucha ya
van 20 minutos y sigues pensando como idiota que le dirás. Después de otros 10
minutos piensas: ya caramba, seré un buen macho y me lanzaré; y terminas diciendo
hola y te responde hola. Piensas ya bien ya di el primer paso, ese es el más
importante peroooooo ¿y el segundo paso? No sabes cómo seguir la bendita
conversación, le preguntas ¿has visto la noticia sobre el chico que murió por
jugar a la gallinita ciega en medio de la avenida? Y ella te responde NO.
Después de ese no te palteas, piensas que nunca más te arriesgarás así y que
serás emo sin nuevos amigos. Volteas desilusionado a fingir que te llaman por
celular (sólo hablas con la operadora) y tratas que el tiempo pase rápido. Pero
de pronto en un giro inesperado del destino la chica de adelante te pregunta
¿qué estudias? Dices ya bien de nuevo al ruedo, ahora si no la fregaré y le
conversaré como si la conocieras de años. La conversación funciona por un buen
rato, pero después de una media hora se acaban los temas y sólo falta el
grillito para completar la escena. Pero ya estás más motivado y sólo busca
cualquier cosa para hablarle más a la chica. Justo una de esas típicas señoras
gordas renegonas empieza a gritar que mucho se demora la fila, aprovechas la
ocasión y retomas la conversación. La conversación es amena y la haces reír
mucho. No se dan cuenta del tiempo ni cómo avanza la fila. Ya hablan temas
desde política hasta quien es la nueva enamorada de chatin. Piensas que no podría estar yéndote mejor y
tomas valor para preguntarle el nombre para buscar y agregarla al Facebook pero
luego escuchas una palabra que te arruina el día: SIGUIENTE. La señorita de
caja llama a persona siguiente de la fila y era la chica que tanto trabajo te
costó conversar, ella se va y todo tu esfuerzo AL TACHO.
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