Acaso ¿quién nunca fue a un supermercado o un mercado popular? Desde que somos pequeños nos acostumbramos a ir a hacer compras o simplemente acompañar nuestros padres. Pero en esa época nosotros éramos muy pequeños y nuestros padres tenían mucho cuidado que no nos vayamos muy o que no perdamos en ese tipo de lugares. Siempre nos mantenían muy cerca y muy vigilados para que no hagamos alguna sonsera. Pero conforme crecimos los papeles se invirtieron. Cada vez que vamos a un mercado o un supermercado, volteamos un minuto y se desaparece nuestra madre. Ve una oferta y corre. Después no tienes ni idea de donde está, no tienes para tu pasaje así que tienes que ir a buscarla por todo el lugar. Después de una hora la encuentras y ni siquiera se dio cuenta que ya no estabas a su lado y para el colmo ha comprado alguna mermelada de maca o concentrado de algarrobina con chuño para que tomes en el desayuno (COSA QUE NI LOCO LO HARÁS). Al final se evidencia que conforme más viejos nos hacemos MÁS PARECEMOS NIÑOS.
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