jueves, 17 de noviembre de 2011

HOLA NENA, ¡OH RAYOS!

Entras a la disco (sea Sónica, Bizz Bar, AMA o el CRACK DISCOTEC) y el ambiente está buenísimo. Comienzas a ver qué chicas bonitas hay en lugar y te das cuenta que mejores flacas no puede haber. Estás con la confianza al tope y saliste a matar según tú. Pides un trago corto y piensas que esta es tu noche. Les dices a tus patas “La flaca rubia que este en el bar, ESA VA A SER MÍA. Está buenísima.”  Te peinas un poco y avanzas hacia tu objetivo. Caminas mostrando toda tu confianza y ves que la chica está de espalda. Te pones atrás suyo y le dices con tu voz súper sensual:
-Hola nena, ¿te invito un trago?
Y voltea y te dice:
-Oe no te hagas el chistoso que yo soy bien hombre. Anda busca a los de tu tipo en tus discotecas de locas.
Todo pasa tan rápido y te quedas mudo. Recién en ese momento te das cuenta que ERA UN HOMBRE CON PELO LARGO. Tratas de disimular tu vergüenza y pides disculpas. Tus patas se matan de risa y tú no puedes estar más avergonzado.
Otro típico HOLA NENA, ¡OH RAYOS! te pasa cuando estás por la calle y ves una “flacasa” al frente tuyo yendo al gimnasio. No le ves la cara pero su cuerpo es escultural, nunca habías visto un cuerpo así. Tú muy galán te acercas a decirle HOLA ¿Cómo te llamas? Y voltea y te dice        Edemira. Tú la ves y piensas ¡¿QUE RAYOS? ERA UNA TIA CINCUENTONA!, SU CARA PARECE UNA PASA DE TAN ARRUGADA ¡RAYOS NO DORMIRÉ ESTA NOCHE!
Así que no se dejen engañar PORQUE LAS APARENCIAS ENGAÑAN.

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