Los hombres y las mujeres somos muy diferentes en muchos aspectos. Interactuamos Con nuestros amigos, conocidos y familiares de manera muy diferente. Y estas diferencias se intensifican cuando se trata de relacionarnos con nuestros HERMANOS. Hermano que no pelea o no siempre está molestando al otro no es hermano. Pero a la hora de fregar o pelear con los hermanos, las mujeres y los hombres somos muy diferentes. Las mujeres normalmente pelean con sus hermanas para no prestarse las cosas. Por ejemplo:
-Oie ese es mi jean!
-Si pero préstamelo porque saldré hoy con el Jacinto Claudio.
-No fregues, tu lo vas a estirar en la parte de la cadera porque eres una chancha mutante que siempre malogra toda mi ropa.
-¿Qué te pasa idiota que me hablas así? Mejor cállate y dame el maldito jean que lo necesito…
En cambio nosotros los hombres peleamos por el simple hecho de existir uno cerca del otro, no tenemos motivo alguno porque tratarnos mal pero inexplicablemente lo hacemos. Por ejemplo:
-¿Qué me miras? ¿Te gusto imbécil?
-Si bastante mongol. Ni la vecina gorda de 75 años que camina con andador para personas mayores desde hace meses atracaría salir contigo. Así que deja de fregar que sólo te miro por lo anormal que eres…
Pero lo peor es cuando la pelea se hace física. La mujer se rasguña y jalonea de los pelos a la otra. Pero para el hombre es peor porque el órgano más afectado en una pelea de hermanos es el miembro viril masculino y no hay dolor peor que ese en esta vida. Pero al final de tanta pelea y discusión todos tenemos que reconocer QUE AMAMOS Y EXTRAÑAMOS DE UNA MANERA U OTRA A NUESTROS HERMANOS CUANDO ESTAN LEJOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario