Cuando estamos trabajando, en la universidad o haciendo algo
muy importante a la hora de almuerzo siempre llega ese punto cuando el estómago
comienza a reclamar comidita y ya no puedes seguir si comes alguito. Pero a
veces estás lejos de casa y no tienes tiempo de ir a tu casita, comer lo que te
cocina tu mamita y regresar así que buscas un menú por ahí. Fue así como yo
conocí un menú muy particular por mi universidad llamado “Mechita”. Desde afuera
se veía un menú humilde pero decente. Por curiosidad entre para probar la sazón
de dicho lugar. Tan pronto entré una mesera me recibió con una tremenda cara de
poto que me indicaba que no me quería ahí pero no hice caso y procedí a pedir.
Cuando vi las opciones en la carta (una pizarrita que nunca borran porque creo
que siempre sirven lo mismo) las entradas era ENSALADA DE VERDURAS Y ENSALADA
DE FRUTAS. Pedí al ensalada de frutas como postres pero la mesera amablemente
me respondió “si es que quieres tu ensalada de frutas te la sirvo ahora sino
nada”. Bueno terminé pidiendo al ensalada de verduras pero cuando fui a ver que
pido de segundo vi la carta muy diversa en la cual pude ver varios platos que
me gustaban así que para tener una mejor decisión pregunté que acompañaba cada
plato:
-Disculpe señorita ¿qué viene con el pollo guisado?
-Arroz y lentejas.
-¿Y con el ají de gallina?
-Arroz y lentejas.
-¿Pero el chicharrón viene con yuquitas o papas fritas no?
-No, viene con arroz y lentejas.
Así con tal variedad de comida procedí a pedir el
chicharrón. Mientras esperaba que me sirvan pude apreciar con más detalle el
lugar. La hermosa vista de calzones y ropa colgada en un cordel a la vista de
todos los comensales y los calendarios de calatas en las paredes como para
distraer a los clientes mientras sirven la comida. Bueno hasta que llegaron mis
platos, me sirvieron más que a obrero y la verdad estaba muy rico. Obviando que
la cocinera salió un momento y pude observar que tenía más vellos en las axilas
que yo, y aunque encontré un pelo en mi comida que preferí ni preguntarme de
donde venía, estaba todo muy rico. Les aseguro que estaba tan rico que el dolor
de barriga que sufrí todo el día valió la pena. Los invito a todos a probar la
comida de “Mechita”.
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