viernes, 6 de abril de 2012

UN MENU LLAMADO "MECHITA"


Cuando estamos trabajando, en la universidad o haciendo algo muy importante a la hora de almuerzo siempre llega ese punto cuando el estómago comienza a reclamar comidita y ya no puedes seguir si comes alguito. Pero a veces estás lejos de casa y no tienes tiempo de ir a tu casita, comer lo que te cocina tu mamita y regresar así que buscas un menú por ahí. Fue así como yo conocí un menú muy particular por mi universidad llamado “Mechita”. Desde afuera se veía un menú humilde pero decente. Por curiosidad entre para probar la sazón de dicho lugar. Tan pronto entré una mesera me recibió con una tremenda cara de poto que me indicaba que no me quería ahí pero no hice caso y procedí a pedir. Cuando vi las opciones en la carta (una pizarrita que nunca borran porque creo que siempre sirven lo mismo) las entradas era ENSALADA DE VERDURAS Y ENSALADA DE FRUTAS. Pedí al ensalada de frutas como postres pero la mesera amablemente me respondió “si es que quieres tu ensalada de frutas te la sirvo ahora sino nada”. Bueno terminé pidiendo al ensalada de verduras pero cuando fui a ver que pido de segundo vi la carta muy diversa en la cual pude ver varios platos que me gustaban así que para tener una mejor decisión pregunté que acompañaba cada plato:

-Disculpe señorita ¿qué viene con el pollo guisado?
-Arroz y lentejas.
-¿Y con el ají de gallina?
-Arroz y lentejas.
-¿Pero el chicharrón viene con yuquitas o papas fritas no?
-No, viene con arroz y lentejas.

Así con tal variedad de comida procedí a pedir el chicharrón. Mientras esperaba que me sirvan pude apreciar con más detalle el lugar. La hermosa vista de calzones y ropa colgada en un cordel a la vista de todos los comensales y los calendarios de calatas en las paredes como para distraer a los clientes mientras sirven la comida. Bueno hasta que llegaron mis platos, me sirvieron más que a obrero y la verdad estaba muy rico. Obviando que la cocinera salió un momento y pude observar que tenía más vellos en las axilas que yo, y aunque encontré un pelo en mi comida que preferí ni preguntarme de donde venía, estaba todo muy rico. Les aseguro que estaba tan rico que el dolor de barriga que sufrí todo el día valió la pena. Los invito a todos a probar la comida de “Mechita”.

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